La vida en el Faro
Sujeto a los vientos y las mareas, el Faro de Cordouan requiere un mantenimiento constante. Varias obras han tenido lugar desde su construcción en 1611.
¡Descubra la otra cara de la decoración, así como los hombres y las mujeres que velan por el “Rey de Faros”!
Los fareros
Personajes imprescindibles e indispensables, los fareross custodian el faro diariamente. Último faro de las costas de Francia aún habitado todo el año, Cordouan es un ejemplo sin igual de la sucesión ininterrumpida de generaciones de fareros.
Sus funciones:
- Garantizar el mantenimiento normal del Faro
- Garantizar la vigilia, de día y de noche, todo el año, para custodiar el monumento y evitar el vandalismo y los saqueos
- Recibir y dar información a los visitantes durante la temporada turística
- Participar en el seguimiento ambiental de la meseta rocosa
Los fareros se relevan en el faro por pares con una frecuencia de una semana o de una quincena. El relevo se lleva a cabo el viernes a las horas fijadas por la marea, desde Le Verdon-sur-Mer, a bordo del barco del Servicio de Faros y Balizas.
Los fareros comparten su día a día en su página Facebook: ¡Sígales!
Un monumento constantemente en obras
Desde hace más de 400 años los hombres velan por el faro de Cordouan, para que él pueda seguir velando por ellos.
Desde la finalización de su construcción en 1611, el Faro requiere constantes trabajos de restauración.
La campaña de obras dirigida por Joseph Teulère en 1789 transformó la fisionomía del edificio, realzando en 20 metros en tronco central. En el siglo XIX, Napoleón III readecuó los interiores con la finalidad de mejorar las condiciones de vida de los torreros.
En los siglos XX y XXI, los cimientos del faro, verdadera protección contra los embates de las olas, fueron objeto de impresionantes campañas de obras.
Desde 2010, las colectividades territoriales (Región Nueva Aquitania, departamento de Charente-Marítimo y de Gironda) aunaron esfuerzos con el Estado alrededor de un ambicioso programa de renovación y valorización del Faro, con el objetivo dar a conocer el esplendor de este bien extraordinario y generar conciencia sobre su conservación.
Los obreros se turnan combinando sus oficios (talladores de piedra, albañiles, técnicos en trabajos verticales…) para devolver a Cordouan todo su esplendor.
Algo es seguro: ¡trabajar en las obras de Cordouan no os dejará nunca indiferente!